domingo, 12 de julio de 2015

EL EMPEÑO DE UNA ARDILLA

PREDIQUEMOS CON EL EJEMPLO

Siempre que pretendamos predicar valores, tratemos de hacerlo con el ejemplo. Si cumplimos con ese requisito o quisiéramos ser más didácticos, vayamos entonces a rescatar la gama de cuentos, fábulas, leyendas, parábolas, etc. En ellos encontraremos un joyero de virtudes y valores, que pueden ser entendidos y asimilados muy rápidamente.

EL EMPEÑO DE UNA ARDILLA

El Ramayana es un poema épico hindú que tiene cierta semejanza con la La Iliada de Homero, aunque es más profundo en sus enseñanzas y varios siglos anterior al poema griego. 

Hay en él un pasaje que se podría titular “La ardilla”, y del cual se puede extraer una conclusión alentadora.

He aquí el relato: 

El héroe de la fábula, Rama, debía pasar de la India a Ceylán. Como no tenía barco decidió construir un puente. Los monos de la cercanía se dispusieron a ayudarle. Con los monos llegó la ardilla, y se puso a trabajar. Esta, daba vueltas en la arena hasta llenarse el cuerpo y la cola de ella; después, se sacudía sobre los troncos de los árboles con que los monos construían el puente, y de esta manera contribuía a la construcción.

Los monos se burlaban de la ardilla al verla revolcarse en la arena y sacudirse después sobre el puente, pues su trabajo era insignificante en comparación con el que ellos realizaban.

Entonces, Rama les dijo:

-Bienaventurada esta ardilla, porque hace su trabajo con toda la buena voluntad de que es capaz y, por tanto, su trabajo vale como el del más fuerte de vosotros. 

Alvaro Yunque

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