jueves, 2 de abril de 2015

JUEVES SANTO. Lucas 22.19,20 Juan 13.3-17

El Jueves Santo es el jueves de la Semana de la Pasión, (el jueves antes del Domingo de Pascua). El Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, conocido como la Última Cena. Dos eventos importantes son el foco del Jueves Santo.

En primer lugar, Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos y, por tanto, instituyó la Cena del Señor, también llamada la Comunión (Lucas 22:19,20). Algunas iglesias cristianas observan una celebración especial de la Cena del Señor el Jueves Santo en recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En segundo lugar, Jesús lavó los pies de los discípulos como un acto de humildad y servicio, estableciendo así un ejemplo que debemos amar y servir el uno al otro mutuamente en la humildad (Juan 13:3-17). Algunas iglesias cristianas observan una ceremonia del lavado de los pies el Jueves Santo para conmemorar a Jesús lavando los pies de los discípulos.

El Jueves Santo se refiere al mandato que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, que deben amar y servir el uno al otro. ¿Debemos observar el Jueves Santo? La Biblia no lo ordena ni lo excluye. Es una buena cosa recordar la Última Cena y el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Es una buena cosa recordar el ejemplo de la humildad del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos evitar las observancias rituales de días festivos a menos que estén realmente enfocados en Dios y nuestra relación con él.

Lucas 22.19-20

19.Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.»

20.Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»).

Juan 13.3-17 Jesús lavó los pies

3.Jesús, por su parte, sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos y que había salido de Dios y que a Dios volvía.

4.Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura.

5.Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado.

6.Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?»

7.Jesús le contestó: «Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde.»

8.Pedro replicó: «Jamás me lavarás los pies.» Jesús le respondió: «Si no te lavo, no podrás tener parte conmigo.»

9.Entonces Pedro le dijo: «Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»

10.Jesús le dijo: «El que se ha bañado, está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios, aunque no todos.»

11.Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos ustedes están limpios.»

12.Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes?

13.Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy.

14.Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.

15.Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo.

16.En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía.

17.Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.

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